¿Qué relevancia o significado tienen los objetos personales? ¿Qué valor concedemos a nuestras pequeñas pertenencias o a las posesiones de un ser fallecido al que queríamos? ¿Qué recuerdos, sentimientos o sensaciones despiertan en nosotros las pequeñas (o grandes) joyas que atesoramos con el tiempo? ¿Nos afecta de alguna manera su pérdida o extravío?
Una gran mayoría siente predilección, afecto o cariño por determinados elementos que forman parte de nuestra cotidianidad. Algunos de estos objetos nos definen, quizás, a nosotros mismos o los solemos emparentar con personas cercanas a nuestro entorno; otros nos evocan situaciones que fueron únicas, especiales o irrepetibles en nuestra vida; y unos pocos adquieren tanto significado que rellenan un gran vacío.
¿Eres de los que atribuyen connotaciones especiales a las posesiones? Si es así, tienes una oportunidad de compartir en clase todas tus impresiones. ¿Cómo? Sigue estas orientaciones.
- Elige tu objeto, posesión o pertenencia, que puedes mostrar en clase durante tu exposición. Otra opción es elegir una foto (personal o histórica), tal como se explica en la página 85 de vuestro manual escolar.
- Prepara un discurso que se sitúe entre los 2 minutos en el que se aprecien claramente sus partes:
- Una introducción que te sirva para presentar el objeto o foto y justificar el motivo de su elección. Para captar la atención de la audiencia, puedes empezar tu exposición de manera distinta, como se sugiere en este vídeo que ya conocéis muchos, pues lo vimos en septiembre.
- Un desarrollo en el que trates de ampliar la información. Para ello repasa lo que he anotado en los tres primeros párrafos de esta entrada del blog o sigue las orientaciones de la página 85.
- Una conclusión que recoja alguna idea con la que te gustaría finalizar. Para advertir a la audiencia del final, puedes introducir esta tercera parte con un marcador textual conclusivo (En síntesis, en definitiva, en conclusión, en suma, en resumidas cuentas, en fin, para terminar...).
- Cuida tu dicción (clara y limpia) y tu volumen de voz (apropiado). Realiza las pausas necesarias y habla con naturalidad y sinceridad.
- Puedes llevar contigo un breve esquema que te ayude a hilvanar tu discurso. En ningún caso se podrá leer un texto escrito.
- Procura repartir tu mirada entre todos los miembros de la audiencia, en este caso, la clase.
- Si lo necesitas, puedes apoyarte en algún material complementario (alguna foto proyectada, algún dibujo en la pizarra...).
- Vigila tu gestualidad y tu movimiento corporal. Muchas veces los gestos nos ayudan a acentuar o complementar lo que decimos con palabras.
- Practica ante el espejo o con una persona de tu confianza.
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