El pasado 18 de agosto de 2016 se cumplieron los 80 años del asesinato de Federico García Lorca, cuyo cuerpo fue fusilado al estallar la Guerra Civil por las fuerzas franquistas, quienes lo acusaron de alteración del orden social. Por este motivo, y porque la obra dramática de Lorca es equiparable al valor de su poesía, he decidido que nuestra última lectura del curso sea una de sus tragedias: Bodas de sangre.
Escrita en 1933, esta pieza dramática es una alegoría de la fuerza de la pasión, en la que intervienen el odio y los conflictos entre familias que conducen a los protagonistas a un trágico desenlace. En la obra, la Novia se escapa con su antiguo amor, Leonardo, el día de la boda, un hecho fatal que acarreará funestas consecuencias. Intervienen, además, personajes simbólicos como la Muerte o la Luna, y aparecen infinidad de símbolos (armas punzantes, caballo...) que acrecientan el dramatismo de la historia.
En cuanto al estilo de Bodas de sangre, la obra está impregnada de un lenguaje lleno de metáforas, símiles o imágenes simbólicas que buscan la implicación del lector/espectador en el drama. Asimismo, el texto combina la prosa y el verso e incorpora, como es habitual en el teatro lorquiano, canciones populares que suelen presagiar escenas trágicas.
A partir de su lectura, que realizaremos en clase (siempre que no nos lo impida la semana de proyectos que estamos preparando en el centro), podéis trabajar de manera voluntaria una guía que os he dejado en conserjería.
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