martes, 12 de diciembre de 2023

CRÍTICA DE 'HISTORIA DE UNA ESCALERA'

Historia de una escalera, obra amateur con un logro extraordinario

Por Rubén Casanova y Roser Abad, alumnos de 2º de Bachillerato

El pasado sábado 11 de noviembre, a las seis y media de la tarde, en el teatro Echegaray de Ontinyent, se llevó a cabo una magnífica interpretación de la conocida Historia de una escalera, de Antonio Buero Vallejo. La obra, a cargo de la compañía “Pantomima teatre” y bajo la dirección de Inma Llinares, consiguió algo en los espectadores digno de pocas funciones teatrales.

A pesar de la modesta escenografía que adornaba el escenario, compuesta únicamente por un rellano, una barandilla y un banco, la representación logró transportar a la audiencia al interior del edificio donde se desarrolla la trama que acumula tres décadas de la vida de los personajes. Se trata de una obra dividida en tres actos donde se hace una elipsis temporal de una década entre descanso y descanso. De este modo, se comparan las diferentes actitudes de cada generación de vecinos.

Además, Inma Llinares ha sabido representar de manera clara y directa el cambio de generación, ya que a pesar de tratarse de una compañía amateur cuya disponibilidad de actores y actrices es limitada, su recurso para esta distinción de generaciones es original y llamativo. Consiste en un cambio de vestimenta, donde los mayores van vestidos de negro y los jóvenes, de blanco.

Esta es una de las metáforas que posibilita el rápido entendimiento de la obra y el seguimiento de la trama, haciéndola amena y entretenida. Asimismo, “Pantomima teatre” ha logrado llevar Historia de una escalera al terreno de los jóvenes. Pese a ser una pieza teatral de la posguerra, los espectadores se han podido ver reflejados en la historia mediante tópicos universales y atemporales: los rencores, el no dejar ir, la esperanza, etc.

Se debe reconocer el gran mérito y esfuerzo del elenco de actores y actrices, además de la directora, ya que se reúnen año tras año para interpretar los mismos papeles y plasmar la misma historia. Está impulsada por los centros principalmente con un propósito educativo, puesto que Historia de una escalera se incluye en el temario de la selectividad de Lengua castellana y Literatura. Inma Llinares, durante una entrevista realizada a Radio Ontinyent, recalcó el agradecimiento que los institutos transmiten, tanto a la compañía como a la organización. Y es que no es para menos, pues lograr cautivar a espectadores de diecisiete años se encuentra entre uno de los logros que pocas funciones han conseguido.

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